A levante del pueblo actual de Barchín del Hoyo, en
el sitio denominado Fuente de la Mota , en el cerro Plaza
de Moros y en el paraje Rincón de San Miguel, todo ello en la Sierra del Monje, se vienen
realizando excavaciones arqueológicas desde 1976, centradas en la búsqueda y
descubrimiento de un poblado prerromano, cuyas características han permitido
aportar interesantes datos para conocer la configuración urbanística de estos
lugares de la Edad
del Hierro. Desde el poblado, que ocupa una extensión aproximada de una
hectárea, se domina un amplio valle. El recinto, que debió tener una población
de unas 250 personas, está protegido por murallas y fosos; el carbono 14 ha permitido establecer
que estuvo habitado entre los años 320 y 210 antes de Cristo, mientras que los
trabajos arqueológicos confirman que el lugar tuvo un notable desarrollo
urbanístico. Las viviendas estaban construidas con un zócalo de piedra en la
parte baja y adobe en el resto; las piedras inferiores están enlucidas con cal
y pintadas en rojo con arcilla diluida. Los suelos son de tierra apisonada y
algunos, incluso, presentan losas irregulares. Los excavadores encontraron en
cada recinto unas oquedades a las que atribuyeron el papel de silos para cereales
o el de hornos para la elaboración de cerámica. Fueron abundantes los hallazgos
cerámicos: grandes vasijas decoradas y sin decorar, cerámica de tradición
celtibérica e ibérica con decoración geométrica, pesas de barro sin cocer,
fusayolas, granos de cereal, etc., todo ello perteneciente al Hierro‑II
mesetario, en conexión con los grupos vacceo‑arevacos. Excavaciones posteriores
permitieron establecer la hipótesis de que se trató de un poblado industrial
dedicado a la explotación de las materias primas de su entorno, como hierro o
arcilla y que, además, mantuvo una intensa red de relaciones con los lugares
próximos. El poblado pudo ser destruido durante el paso de Anibal y sus
pobladores, junto con el sistema de trabajo, pasaron quizá a la cercana Valeria,
entonces en pleno desarrollo por impulso romano.
El
lugar fue descubierto, si hacemos caso a la versión recogida por Muñoz y
Soliva, por “unos labriegos haciendo
excavaciones en busca de un tesoro, que soñaron tres noches” y que, muy
posiblemente, ya habían encontrado algunas piezas metálicas antiguas, lo que
animó sus deseos de seguir profundizando en la tierra, en búsqueda de más. El
yacimiento empezó a ser cuidado por el Estado a partir del año 1980, mediante
obras de consolidación de los restos y cerramiento del espacio protegido, a la
vez que se iniciaban excavaciones periódicas que han permitido establecer
algunas conclusiones y descubrimientos, como un horno, un taller textil donde se han encontrado agujas
y pesos de telar, trazados de viviendas, pozos un poco más alejados, etc. Muy
destacada fue una tablilla de plomo en forma de disco en espiral, con una
inscripción en griego y en latín con la intencionalidad de servir de maldición
contra Nicias y Time y sus descendientes, para los que se pide el castigo de
los dioses del Hades y que durante algún tiempo estuvo expuesta en la
Biblioteca Nacional.
El
yacimiento de la Fuente de la Mota ha sido especialmente generoso en cuanto al
material cerámico encontrado, con piezas de extraordinaria calidad y belleza,
demostrativas de la existencia de una auténtica industria que cuidaba no solo
la utilidad de los productos sino su capacidad decorativa. Así han aparecido,
en muy buen grado de conservación, ánforas, toneletes, vasijas, cuencos,
platos, jarras y copas, de diferentes tamaños, algunos decorados con arcilla de
sangre de toro o estampillados, otros con incisiones y con todo tipo de asas.
Ante
las piedras aparentemente informes del poblado ibérico de la Fuente de la Mota,
el ánimo queda en suspenso intentando desentrañar esas realidades que las manos
diestras de los investigadores encuentran, y que la imaginación ayuda a
desenvolver en toda su misteriosa grandeza.
Cómo llegar
Por la carretera provincial CU 7141,
que hace un arco para comunicar Valera de Abajo y Olmedilla de Alarcón, ambos
en la CM 2100.
Dónde dormir
El Rincón de la Luz. San Roque, 52; 963 641 098 / 606 157
858. Casa Rural.
El Olivar de Cuenca. Calle del Caño, 17; 693 731 445. Casa
Rural.
Otras notas de Viajes en Barchín del
Hoyo
Un palacio señorial, el de los
Melgarejo.
Iglesia parroquial de Nuestra Señora de
la Asunción
No hay comentarios:
Publicar un comentario