Los airosos molinos de Mota del Cuervo
Ojeando
viejos papeles, en busca de algún dato perdido entre ellos que pudiera tener
utilidad, o al menos aplicación en los tiempos que corren ahora, encontré una
vieja crónica en la que un jovencísimo periodista -yo- recogía el singular
suceso ocurrido entonces en Mota del Cuervo, con aplicación de los fastos
necesarios para entregar la titularidad de un molino de viento nada menos que a
Irak. Habría que investigar más de lo que ahora tengo ganas, tiempo y espacio,
para encontrar explicaciones a lo que, visto desde esta distancia, parece un
ofrecimiento exótico, a la vez que me pregunto qué habrá sido de aquel
embajador iraquí que se acercó hasta la profundidad de la región manchega
conquense para hacerse cargo de un regalo tan específico, aunque no extraño a
su cultura, pues si hacemos caso de lo que cuentan los sabios entendidos en
estas cosas, los molinos de viento proceden de oriente y allí los descubrieron
los exploradores europeos, trasladando su astuto mecanismo a nuestro
territorio, donde ya había, de antiguo, otro tipo de molinos, los de agua,
vinculados como es natural al curso de los ríos, en aquel inteligente
aprovechamiento de los recursos naturales más cercanos a la vida del ser
humano.
Sabemos
a ciencia cierta que toda la
Mancha quedó abundantemente poblada de molinos de viento, a
partir del siglo XVI pero aunque la práctica totalidad de los pueblos manchegos
tuvo alguno, siempre fue Mota del Cuervo el lugar más abundante, quizá por la
extraordinaria ubicación de su Sierrecilla,
que aunque de poca elevación recibe con igual generosidad los vientos solano y
ábrego, lo que garantiza la posibilidad de molienda en todo momento. Es probable
que en las épocas de mayor abundancia hubiera más de 40 molinos en activo,
aunque se desconoce con precisión la forma en que evolucionó su distribución en
los diferentes periodos. Por lo que he leído la primera noticia exacta es del
año 1503 y se refiere a los pagos que tenían que hacer los molineros al maestre
de la Orden de
Santiago: dos fanegas de trigo por cada molienda. El catastro de la Ensenada dice: "Hay 18 molinos y uno que pertenece a Sánchez
Alcolado a mano derecha según se entra por la carretera” y en los
Nomenclatores de 1860 y 1887 aparecen citados once, cuyos nombres históricos
conocemos perfectamente, porque han sido citados en distintos lugares, títulos
de los que sólo sobrevive uno, El Zurdo
(llamado así porque las aspas giran al revés).
Perdida
su función social, económica y laboral, los molinos de toda la Mancha conquense pasaron a
mejor vida, perviviendo sólo algunos elementos aislados hasta que pudieran
perderse por completo. Por fortuna, estas desgracias nunca llegan a completarse,
pues siempre hay, en algún momento, personas sensibles que reaccionan a tiempo
de poner término al desastre. En Mota del Cuervo lo hicieron a mediados de los
años 50 del siglo pasado, empezando entonces bien la reconstrucción de lo poco
que aún quedaba en pie de algunos o la construcción de nueva planta de otros
hasta configurar la bellísima y sugerente imagen que hoy ofrecen, alineados
orgullosamente a lo largo de la loma, con su perfil blanquísimo y las audaces
aspas (imposible no recordar a Don Quijote alanceándolas mientras Sancho
contempla la escena, espantado) inmóviles, ahora insensibles al viento, sea
suave o ventarrón airado, salvo que sobre ellas se montaran las velas que daban
energía y movimiento a la maquinaria de la molienda. Una diligente Asociación
cuida del mantenimiento en condiciones adecuadas de esta hermosa colección
molinera que en elegante despliegue cubre el horizonte de este bello rincón de la Mancha conquense.
MAQUINARIA INTERIOR DE UN MOLINO
No
creo que allá en las lejanías del atormentado Irak nadie recuerde que su país
fue un día titular de algo tan exótico como un molino de viento en Mota del
Cuervo. Quizá si en algún momento -parece cosa lejana- algo parecido a la paz
encontrara acomodo allí, sería cosa positiva invitar a una expedición infantil
a conocer el sitio donde el aire acaricia un trozo, aunque sea simbólico y aún
nominal, de aquel lejano enclave geográfico donde un día hubo califas, huríes y
alfombras mágicas.
El
de Irak es solo uno de los siete molinos que airosamente perfilan su amable
imagen en la loma que domina el paso de las carreteras inmediatas y los campos
circundantes. Los otros seis se llaman El Cervantes, El Piqueras, El Gigante,
El Goethe, El Franz Grillparcer y el ya citado El Zurdo. Que con El Irak forman
esta singular cadena molinera, uno de los cuales aún activa su mecanismo cada sábado,
para sorpresa de los turistas esclavizados por la tecnología, maravillados ante
el funcionamiento de una maquinaria tan eficaz como admirable.
Tres
de los molinos se pueden visitar en su interior. En El Gigante se ubica una oficina de información turística (967 180
619 / 697 733 683) y además cada sábado se lleva a cabo una molienda
tradicional; en El Goethe hay una
exposición de la artesanía del barro y en El
Piqueras, un museo manchego.
Desde
el 23 de junio de 2017, los molinos de viento de Mota del Cuervo tienen la
declaración oficial de Bien de Interés Cultural, con la categoría de monumento.
Cómo
llegar
Mota del Cuervo está en el encuentro de la carretera
N-420 con la N-301 (Madrid-Alicante) con acceso también desde la autopista de
peaje A-36. También se puede llegar por la carretera autonómica CM 3108 (desde
Saelices, por Villamayor de Santiago) y por la provincial CU 1001 (desde Las
Mesas).
Dónde
dormir
Hotel Don Quijote. Francisco Costi, 2;
967 180 200
Hostal Plaza. Cercado Alta, 4; 967 180
110
Casa Rural Santa Rita. Valle Bajo, 17; 696 802 780 / 679 352
624
Casa Rural Sancho Panza. Cabañeros, 4;
646 684 410.
Casa de la Mota. Casa Rural. Plaza
Mayor, 2; 967 180 230.
Casa Rural Barrio del Pilar. San José,
13; 967 180 387 / 672 261 598.
Quintería Casa Honorato. Casa rural.
Camino de Manjavacas; 626 005 655 / 622 534 610
Dónde comer
Mesón
Don Quijote;
Francisco Costi, 2; 967 180 200
El Chuletero. Camino Real Alta, 45; 967
182 100
El Fogón de Enrique. Rabosero, s.n.; 670
372 592.
Restaurante Jer. Mayor, 23; 967 180 421
Restaurante Monserrat. Carretera
Córdoba-Tarragona, km. 118; 967 180 519
Restaurante Rurixs. Mayor Alta, s/n; 967
180 710
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